La
desintegración de la familia, el hambre y la miseria que se ha apoderado de
Venezuela, ha traído una de las peores aberraciones que pueden infestar a una
sociedad, como es la prostitución infantil.
En
el Mercado de Conejeros de la Isla de Margarita, decenas de Niños desamparados
duermen sobre cajas de cartón o papel de periódicos, sin una manta que los
proteja y expuestos a la maldad y perversidad de los peores seres de la especie
humana. Allí en medio de las inmundicias, niñas y niños se ofrecen para saciar
las depravaciones sexuales de pervertidos que pululan en la zona a cambio de
una empanada, una arepa o una limosna.
La
prostitución infantil es un drama desgarrador que destroza el alma y devasta
los valores más elementales del ser humano. Inquietante y demoledor observar
que las bestias que se aprovechan del hambre y el desamparo de los niños de
Conejeros actúen tan despiadadamente, destruyendo la inocencia de seres humanos
frágiles e indefensos.
Los
niños de conejeros han perdido su inocencia ante la mirada indolente de los
desalmados que miran hacia otro lado sin importales como se destruye el futuro
de la nación. Niños que pierden sus vidas y sueños inmersos en el sexo, el
consumo de drogas y en medio de la podredumbre de la basura y desechos que los
circunda.
El
mercado de Conejeros forma parte de García, un municipio con enormes
potenciales y mayores posibilidades de crecimiento económico del estado Nueva
Esparta, pero sin embargo la politiquería barata y los malos gobiernos la han
sumido en una entidad pobre, triste y descuidada.
Los
efectivos policiales destacados en la zona a duras penas sobreviven a sus
difíciles realidades económicas. Ellos hacen caso omiso o son parte de la tragedia
que enfrentan los niños prostituidos. En este bajo mundo muchas veces la
policía busca sacar ventajas y hacerse de beneficios económicos tutelando tan
horrible crimen.
instituciones
destinadas al cuidado, protección y resguardo de los niños en situación de
calle. Hoy por hoy los albergues están a la deriva o destruidos y sin
protección del Estado poco se puede hacer.
no
existen instancias a donde acudir para solicitar ayuda o asistencia. Las mafias
han tomado control y denunciar las atrocidades que ocurren en Conejeros, podría
significar enfrentar represalias e incluso arriesgar
la propia vida.
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