La mejor manera de fomentar la educación en familias de pocos recursos

Poco a poco las diversas sociedades del mundo van avanzando en un gran número de aspectos aunque no cabe duda de que las desigualdades a todas las escalas siguen produciéndose cada día. A este respecto la población vive cada día entre apuros y sufrimiento, especialmente potenciados por una economía global en crisis y una situación generalizada de desesperanza, así como por las prioridades, no siempre acertadas, de los gobiernos.
Una situación que ha agravado sin duda la vida diaria de quienes ya contaban con pocos recursos, incidiendo en sus oportunidades. En este sentido cabe destacar que la educación sigue erigiéndose como la solución a largo plazo para quienes se encuentran en  una situación desfavorable, y es que si bien es cierto que no son pocas las familias que necesitan cubrir sus necesidades a corto plazo, como alimentarse o cobijarse, también lo es que apostar por la formación y la educación es lo único que puede conseguir que un grupo de personas abandonen el círculo vicioso de las situaciones desfavorecidas, ampliando sus opciones a todos los niveles.
La educación se erige por tanto como forma de salir de cualquier situación difícil a nivel social y económico, además de evitar que quienes la reciban puedan ser manipulados en muchos aspectos. Todas estas ventajas no son sin embargo conocidas por todos los círculos sociales, y aunque lo sean, no siempre pueden ser aplicadas por una serie de factores importantes que afectan a la las familias con menos recursos.
Para paliar esta situación, y conseguir potenciar la educación en familias más necesitadas, y por tanto ayudarlas a cambiar sus perspectivas de vida a largo plazo, es importante tener presentes una serie de opciones para fomentar dicha educación:
  • Seleccionar escuelas de alto rendimiento para los niños. Las escuelas a las que asisten niños de bajos recursos cuentan normalmente con poco dinero para proporcionar opciones a los chicos. A pesar de ello no son pocos los colegios que cuentan con directores eficaces que saben mejorar el rendimiento de sus escuelas con poco presupuesto y con nuevas ideas. Normalmente estas escuelas suelen ser exigentes, ya que sus docentes piden metas concretas a los alumnos de cara a fijar un sistema de trabajo basado en los éxitos de los estudiantes. Es importante de esta forma seleccionar escuelas en las que los docentes y el director cuenten con prestigio dentro de las opciones disponibles.
  • Fomentar el esfuerzo. Si hay algo indudable es que el esfuerzo crea capacidad. De esta forma se convierte en algo elemental que exista la convicción generalizada de que los alumnos más pobres pueden alcanzar altos rendimientos, tanto por parte de los docentes como de la propia familia, potenciando así la necesidad de los niños de esforzarse al máximo para conseguir sus metas educativas.
  • Educar a los padres. Uno de los principales problemas en cuanto a educación en las familias de pocos recursos es la poca participación de los padres en ésta, ya sea por ignorancia o por falta de tiempo debido a la necesidad de ganarse la vida, de forma que se obtenga un bajo rendimiento académico en niños y jóvenes. Una de las formas más eficientes para mejorar la situación de las familias en general es sin duda conseguir que los padres apoyen los esfuerzos de los hijos por aprender, de forma que la siguiente generación se encuentre más preparada que la anterior. Para conseguirlo es importante mentalizar a los padres sobre esta necesidad, y enseñarlos a realizar distintas tareas, como leer libros a sus hijos, o controlar la tarea de clase.
  • Facilitar la obtención de materiales. Tanto las escuelas como los gobiernos deben responsabilizarse de que los alumnos con pocos recursos puedan acceder al material escolar suficiente para estudiar. Desgraciadamente esta situación no siempre se da, por lo que no es extraño que las familias acudan a otras opciones, ya sea comprando libros de segunda mano en las páginas de anuncios gratis online, o acudiendo a bancos de libros donde los alumnos más generosos depositan sus libros al acabar el curso escolar, de forma que sirvan el año siguiente a quienes no puedan adquirir los suyos propios.

Escrito por ; Liliana - Roloeganga 

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