Debido a la crisis económica
ha aumentado el número de niños que, a su corta edad, limpian vidrios de
vehículos a pesar del riesgo que supone estar en una vía. En muchos casos,
familias completas optan por realizar esta práctica para así obtener algo de
dinero y saciar el hambre que afecta a cada uno de sus integrantes.
Luisneiber vive esta
realidad en el estado Lara. A sus 10 años de edad el niño se coloca en la
avenida Venezuela de la entidad y pide dinero o lava los vidrios de los
vehículos para poder comprar algo de comida. Asegura que si no hace eso no come
nada. Su hermana Lusmary, de 16 años de edad, pide dinero a los conductores con
su hijo de 11 meses de vida en brazos
La familia de
Luisneiber vendía tostones en su casa,
pero el dinero no les alcanzaba para comprar comida.
El bebé de Luismary padece
de dermatitis. Su madre asegura que al infante le indicaron antibióticos, pero
la crisis de medicamentos impide que los consiga. Luisneiber “trabaja” en la
calle en compañía de sus tres hermanas y de su mamá, mientras que otra hermana
cuida a cuatro hermanos más, de entre 3 años y 7 años de edad.
La historia se repite en
muchas ciudades del país a pesar de que Hugo Chávez aseguró que “no debería
haber ni un solo niño en la calle, familias abandonadas ni indigentes ¡Eso debe
ser objetivo supremo de nuestra Revolución!”. Pero la situación se ha agravado
durante los últimos años.
La Unicef planea abordar a
los niños y familias en situación de calle. Los municipios Iribarren y
Palavecino son parte de los 10 sectores pilotos en el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario