A pesar de que no existen cifras oficiales, La Verdad
contabilizó 35 niños en situación de calle sólo en cuatro esquinas de
Maracaibo. Durante el primer semestre del año, el Consejo de Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes abordó a 40 infantes que deambulaban por
la ciudad
Desde los tres años la calle es su hogar y la venta de chicle su negocio. Lleva puesta unas zapatillas curtidas. Entre sus manos sucias sostiene los dulces de diferentes sabores. Es de tez morena y su cabello es tan amarillo como el de una barbie. Carmen, nombre ficticio, conoce mejor que cualquier taxista las calles de Maracaibo. Desde muy pequeña recorre con su madre todos los rincones de la ciudad.
También es educada y muy atenta. Siempre se asegura de llevar consigo las monedas necesarias para dar el vuelto justo a sus clientes. Tiene siete años y mide poco más de un metro. Aunque su estatura sea similar a la de cualquier niña de su edad, sus instintos evidencian que ha pasado la mitad de su vida expuesta a los vicios que se esconden detrás de las noches oscuras de Maracaibo.
Es risueña, pero no es de mucho hablar. Solo lo hace cuando se acerca a una mesa para ofrecer su mercancía. Enseguida su risa pícara y su inocencia captura la atención de los marabinos nocturnos que hasta hacía un instante se negaban a comprarle. Pero la venta no puede durar poco más de dos minutos, con insistencia chequea dónde está su madre. “Ella no me deja hablar con nadie, solo me dice que tengo que salir a vender”, apunta y se va.
Así como Carmen existen decenas de niños en la ciudad que deambulan por las plazas y avenidas para sobrevivir en medio de los maltratos y exigencias de sus padres. No existen cifras oficiales. Al repicar el teléfono de cualquier institución regional o nacional, la respuesta es directa. “No estamos autorizados para dar declaraciones”.
Según Carolina Montero, psicóloga del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, existen los niños de la calle y aquellos en situación de calle. Los primeros son los que no tienen un techo donde vivir, están abandonados, trabajan en supermercados y duermen en cartones sobre el piso de una plaza. Generalmente, consumen droga.
“Los segundos son los que permanecen en las calles y avenidas. Pero tienen algún familiar que aunque sea desde lejos los está mirando. En el día viven en las calles, pero por las noches siempre regresan a su ranchito”.
Rescate
Durante el primer semestre del año, el organismo abordó a 40 niños y adolescentes que se encontraban en situación de calle. La experta indicó que el Consejo de Protección cuenta con trabajadoras sociales que transitan por toda la ciudad para inspeccionar las condiciones de estos e invitarlos a que asistan a los programas de acercamiento.
“La mayoría de estos niños están desnutridos, necesitan atención médica, psicológica y por supuesto educativa”. Actualmente en el Zulia existe la Fundación Niños del Sol, la cual cuenta con tres casas de abrigo. Una alberga niños, otra a niñas y la otra a bebés de cero a seis años.
Según Montero, las estadísticas de los menores abandonados se incrementaron durante los últimos siete años. “Las condiciones económicas han contribuido: que papá o mamá no tengan trabajo y el niño tenga que salir a defenderse.
El 6 de diciembre de 1998, el actual Presidente de la República, aseguró como promesa electoral que se cambiaría el nombre si al cabo de un año todavía existía algún niño en la calle. Hoy el Presidente se sigue llamando Hugo Rafael Chávez Frías.
Evidente realidad
La Verdad hizo un conteo en las esquinas más críticas donde los pequeños hacen lo que sea para recibir limosnas. Solo en la avenida Padilla, el elevado de Delicias, el Distribuidor Virgen del Rosario y el sector Carro Chocado se contabilizaron 35 niños entre cinco meses y 13 años. Allí todo puede servir para pedir dinero, desde un “trapito” para limpiar un retrovisor hasta un bebé recién nacido.
http://www.laverdad.com/zulia/11228-hay-35-ninos-de-la-calle-en-cuatro-esquinas-de-maracaibo.html
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Desde los tres años la calle es su hogar y la venta de chicle su negocio. Lleva puesta unas zapatillas curtidas. Entre sus manos sucias sostiene los dulces de diferentes sabores. Es de tez morena y su cabello es tan amarillo como el de una barbie. Carmen, nombre ficticio, conoce mejor que cualquier taxista las calles de Maracaibo. Desde muy pequeña recorre con su madre todos los rincones de la ciudad.
También es educada y muy atenta. Siempre se asegura de llevar consigo las monedas necesarias para dar el vuelto justo a sus clientes. Tiene siete años y mide poco más de un metro. Aunque su estatura sea similar a la de cualquier niña de su edad, sus instintos evidencian que ha pasado la mitad de su vida expuesta a los vicios que se esconden detrás de las noches oscuras de Maracaibo.
Es risueña, pero no es de mucho hablar. Solo lo hace cuando se acerca a una mesa para ofrecer su mercancía. Enseguida su risa pícara y su inocencia captura la atención de los marabinos nocturnos que hasta hacía un instante se negaban a comprarle. Pero la venta no puede durar poco más de dos minutos, con insistencia chequea dónde está su madre. “Ella no me deja hablar con nadie, solo me dice que tengo que salir a vender”, apunta y se va.
Así como Carmen existen decenas de niños en la ciudad que deambulan por las plazas y avenidas para sobrevivir en medio de los maltratos y exigencias de sus padres. No existen cifras oficiales. Al repicar el teléfono de cualquier institución regional o nacional, la respuesta es directa. “No estamos autorizados para dar declaraciones”.
Según Carolina Montero, psicóloga del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, existen los niños de la calle y aquellos en situación de calle. Los primeros son los que no tienen un techo donde vivir, están abandonados, trabajan en supermercados y duermen en cartones sobre el piso de una plaza. Generalmente, consumen droga.
“Los segundos son los que permanecen en las calles y avenidas. Pero tienen algún familiar que aunque sea desde lejos los está mirando. En el día viven en las calles, pero por las noches siempre regresan a su ranchito”.
Rescate
Durante el primer semestre del año, el organismo abordó a 40 niños y adolescentes que se encontraban en situación de calle. La experta indicó que el Consejo de Protección cuenta con trabajadoras sociales que transitan por toda la ciudad para inspeccionar las condiciones de estos e invitarlos a que asistan a los programas de acercamiento.
“La mayoría de estos niños están desnutridos, necesitan atención médica, psicológica y por supuesto educativa”. Actualmente en el Zulia existe la Fundación Niños del Sol, la cual cuenta con tres casas de abrigo. Una alberga niños, otra a niñas y la otra a bebés de cero a seis años.
Según Montero, las estadísticas de los menores abandonados se incrementaron durante los últimos siete años. “Las condiciones económicas han contribuido: que papá o mamá no tengan trabajo y el niño tenga que salir a defenderse.
El 6 de diciembre de 1998, el actual Presidente de la República, aseguró como promesa electoral que se cambiaría el nombre si al cabo de un año todavía existía algún niño en la calle. Hoy el Presidente se sigue llamando Hugo Rafael Chávez Frías.
Evidente realidad
La Verdad hizo un conteo en las esquinas más críticas donde los pequeños hacen lo que sea para recibir limosnas. Solo en la avenida Padilla, el elevado de Delicias, el Distribuidor Virgen del Rosario y el sector Carro Chocado se contabilizaron 35 niños entre cinco meses y 13 años. Allí todo puede servir para pedir dinero, desde un “trapito” para limpiar un retrovisor hasta un bebé recién nacido.
http://www.laverdad.com/zulia/11228-hay-35-ninos-de-la-calle-en-cuatro-esquinas-de-maracaibo.html
1 comentario:
Buenas tardes de valencia Edo. Carabobo para denunciar al colegio U.E.SANTA MARÍA DE CALATRAVA, Tubo el descaro de aumentar la matricula no el 25%, sino mas del 500% en dicha matricula x favor hago un llamado a los entes pertinentes para ayuda. gracias
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