Cuando un padre inscribe a su hijo en una escuela oficial y le exigen la mal llamada "colaboración obligatoria", no estamos ante un acto voluntario ni solidario. Estamos frente a un mecanismo de *coacción disfrazado de norma escolar*. Porque cuando el padre se ve obligado a pagar por temor a represalias contra su hijo —ya sea en forma de maltrato psicológico, exclusión académica o discriminación—, esa situación *deja de ser colaboración y se convierte en extorsión*.

Esta práctica común en muchas instituciones educativas *ha normalizado un sistema corrupto*, donde lo que menos importa es el bienestar del niño. No se fortalece la educación, *se fortalece la mafia escolar*, una estructura donde lo único que prospera es el bolsillo del director o de quienes lucran con la necesidad.
Si eres víctima de situaciones similares, te instamos a que nos hagas llegar tu denuncia. En Fundapden, garantizamos tu derecho a la confidencialidad para proteger a las familias y, sobre todo, a niños nuestros, niñas y adolescentes.
Envía tu denuncia al correo: denuncias.educativas@gmail.com
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