¿Qué es el abuso sexual
infantil?
El abuso sexual se da cuando un
adulto o un menor de mayor edad obliga a un niño a mantener contacto sexual.
Para lograr su objetivo, el abusador puede emplear la fuerza física, un
soborno, amenazas o aprovecharse de la ingenuidad de la criatura.
Se considera abuso sexual
infantil por parte de un mayor u otro menor a los siguientes actos:
* Tocar los genitales de un
niño
* Hacer que un menor
acaricie los genitales
* El contacto con los
genitales de un niño mediante la boca
* Acariciar al niño con los
genitales
* Penetrar vaginal o analmente
a un menor
* Mostrarle el pene o la
vagina a un niño
* Poner en contacto al niño
con pornografía
* Hacer participar a un
menor de producciones pornográficas
¿Son comunes los casos de
menores víctimas de abuso sexual?
Lamentablemente sí. Se da
más frecuentemente de lo que las personas creen. Según las estadísticas, una de
cada cinco mujeres y uno de cada diez varones aseguran haber sido víctimas de
abuso sexual durante la infancia.
¿Quiénes son potenciales
abusadores?
Lo habitual es que los victimarios
sean adultos o niños mayores que forman parte del entorno social del abusado.
En ocho de cada diez casos denunciados, los niños aseguran conocer a abusador
quien, por lo general, es una persona en la que confiaban.
¿Cómo me doy cuenta si mi
hijo es víctima de abuso sexual?
La mayoría de los padres creen que
sus hijos les contarán a ellos o a otro mayor en caso de que alguien los
violentara sexualmente. Lamentablemente esto no siempre es así y se debe a que
los abusadores suelen amenazar o convencer a los niños para que no cuenten lo
sucedido. Por su parte, el menor puede sentirse responsable por haber sido
abusado, creyendo inclusive que será castigado si es descubierta la verdad.
Sin embargo, si el niño decide contarlo lo
hará de una manera muy confusa. Probablemente elija contárselo a un amigo,
quien a su vez se lo relatará a sus padres. Sólo son capaces de hablar de lo
sucedido aquellos niños a los que previamente se les ha hablado sobre el tema
ya sea en su casa o en la escuela. Por lo antes expuesto, los padres deberán
estar atentos a los cambios en el comportamiento de sus hijos.
¿Cuáles son los síntomas
psicológicos?
* Manifiesto temor por parte
del niño a una persona (inclusive el padre o la madre) o a permanecer en
determinados lugares
* Reacciones anormales al
ser indagado acerca de si fue tocado por alguien
* Alteraciones del
comportamiento (como orinarse en la cama)
* Evitar realizar sus
deposiciones
* Pesadillas frecuentes
* Protagonismo repentino de
su genitalidad
¿Cuáles son los síntomas
físicos?
* Secreciones no habituales
en el ano o la vagina
* Manifestaciones de dolor
en el ano o en los genitales
* Enrojecimiento o sangrado
en la vagina o en el pene
* Surgimiento de
enfermedades de transmisión sexual (chlamydia, gonorrea, etc...)
* Infecciones urinarias
frecuentes (en las niñas)
* Embarazo
¿Qué debo hacer si mi hijo
me cuenta que sufrió abuso sexual?
En primer término debés escuchar al niño
con toda la seriedad que el caso amerita, sobre todo considerando que los niños
suelen ignorar aquellas cuestiones que los hace sentir incómodos. Cuando un
menor que denuncia el estar siendo abusado es ignorado por sus padres o éstos
no le creen, no considerando el pedido de ayuda, es común que el niño no se
arriesgue a mencionar nuevamente el problema. Esta situación pone en riesgo al
niño de sufrir abusos reiterados durante meses o años.
Por ello, es crucial que le expliquen la
importancia de hablar acerca de aquellos sentimientos incómodos. Escuchá con
suma atención los motivos por los cuales no contó la situación antes y dejale
totalmente en claro que, bajo ningún concepto, lo sucedido es su culpa.
Demuéstrale todo tu amor, bríndale tranquilidad y asegúrate de que quede claro
que vas a ayudarlo. Si la situación te enoja, esforzate para que tu hijo sepa
que ese sentimiento, de ningún modo, está dirigido a él. Expresale tu
reconocimiento a su valentía por habértelo contado y mostrale que comprendés su
temor, sobre todo si fue abusado por un familiar o una persona cercana a la
familia.
Un aspecto de vital
importancia, una vez enterada del asunto, es que lleves a tu niño al pediatra.
Este deberá revisarlo y descartar que existan lesiones de algún tipo o haya
contraído alguna enfermedad. También te recomendamos que lleves al menor a una
consulta con un psicólogo.
¿Debo realizar la denuncia
en la policía?
Sí. Reportar el abuso ante las
autoridades pertinentes ayudará al menor a sentirse protegido. Además, el acto
de realizar la denuncia formalmente ante la ley dejará en claro al menor que
fue una víctima y que debe contar su verdad sin avergonzarse de ello.
¿Cómo puedo prevenir el
abuso sexual?
De acuerdo con lo aconsejado por la
Academia Americana de Pediatría, es recomendable considerar los siguientes aspectos:
1) Diálogo: Explicale a tu
pequeño qué es el abuso sexual. Si la escuela a la que asiste le da información
sobre esto, conversa con él sobre lo que allí aprende.
2) Partes privadas: Enseñale
las partes privadas del cuerpo y los respectivos nombres de esas partes.
Comentale que su cuerpo le pertenece y enseñale a pedir auxilio ante una
situación en la que se sienta violentado.
3) Poné atención: Prestá
suma atención si tu niño desea comentarte algo y, más aún, si hacerlo le
resulta difícil.
4) Entorno: Tomate tiempo
para conocer a los adultos y a los niños que pasan mucho tiempo con tu hijo.
Realizá visitas inesperadas en los lugares en lo que dejes a tu niño para que
lo cuiden.
Mediante estos consejos y a
través de la cercanía, la atención y la observación de tu hijo, podés evitar un
problema que puede marcarlo para toda la vida.
¿Cómo hablar con los chicos sobre el tema?
Según Jill Starishevsky, fiscal
neoyorquina especialista en casos de abuso infantil y crímenes sexuales y
autora del libro "Mi cuerpo me pertenece", el primer paso para
resguardar la salud sexual de un niño es que los padres rompan con sus propios
tabúes en torno a la sexualidad de sus niños y puedan de a poco hablar sobre el
abuso sexual como una extensión del tema.
En su libro "Mi cuerpo me
pertenece", uno de los pocos libros que trata el tema del abuso sexual en
un lenguaje adaptado para niños entre los 3 a 8 años de edad, Jill asegura que
la primera herramienta para prevenir el abuso sexual es enseñarle a los niños desde
temprana edad que su cuerpo es suyo. Y que nadie puede tocarlo, ni incomodarlo
ni hablar sobre sus partes privadas.
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