Se trata de millones, cientos y miles
de millones de pesos danzando descontrolados aquí y allá, hasta que alguna
investigación o una delación descubren la canallada. Explota la bomba en los
medios, se acusan unos a otros, dan y exigen certificados de blancura y luego
las cosas vuelven a la normalidad.
El capital presente en cada acción
oscura y delictuosa del sistema.
En nuestro país se pueden dar el lujo
los dueños del dinero de comprar autoridades, envenenar y robar las aguas,
cerrar las playas y explotar a destajo. Si los de abajo protestan, siempre
tendrán los amos el apoyo irrestricto del estado de derecho y la fuerza pública
actuará sin vacilaciones.
¿Si no como explicar que los habitantes
de Canela tuvieran que esperar 20 años para acceder al mar, o que se haya
condenado a Rodrigo Mundaca quien denunció el robo de agua en Petorca, mientras
los rateros siguen intentando evadir la ley, y que los habitantes de Caimanes
sean reprimidos brutalmente por exigir que se cumpla la ley?.
No parece llamar la atención que entre
los que se roban el agua en Petorca la Ligua y Cabildo estén los Perez
Yoma, conocidos por las casas Copeva y por regalar caballos a ministros de
estado, o que quienes tienen la grande en Caimanes son los poderosos Lucsik que
además aprueban créditos a nueras de presidentas en un "dos por
tres".
Sobre esta enorme cantidad de
excremento se mueve nuestra sociedad, sociedad a la que lamentablemente le
importa mas ver traseros y pechugas, exhibidas hasta la saciedad por los
canales de televisión a propósito de las vacaciones de verano (y todos los años
es lo mismo) que solidarizar con sus hermanos que tratan de enfrentar al
capital, en todas sus formas.
Sociedad que enloquece cada fin de
semana en descomunales tacos para entrar y salir de la ciudad capital, mientras
en las ciudades y pueblos a los que llegan los depredadores, la basura se
esparce por todos lados, aumentan los asaltos, los jóvenes se entregan sin
control al consumo de alcohol y drogas, mientras la policía se preocupa
principalmente de reprimir a miles de vendedores ambulantes que buscan generar
recursos para el resto del año.
Es tal la enajenación instalada por el
modelo -porque nuevamente es el capital el responsable primario de estos y
otros excesos - que casi nadie reacciona cuando el cardenal Ezzati aparece
llamando a los laicos para que se manifiesten contra el proyecto de ley sobre
aborto.
Sí, el mismo personero que se ha hecho
el tonto con las acciones degeneradas de miembros de su grey, el que poco
o nada dijo cuando algunas señoritas de bien parieron y les quitaron sus bebes
recién nacidos para darlos en adopción, con el apoyo y auspicio de un servidor
de la madre iglesia, se permite venir a dar lecciones de moral y de vida.
A no temer, aún, dueños del país, todo
seguirá igual o casi igual. Pero váyanse con cuidado por que sus excesos, tarde
o temprano, serán castigados.
Es esta enajenación, complementada con
altas dosis de desesperanza y temor, lo que permite que el modelo instale un
proyecto de reforma laboral como el que está en discusión.
Se trata de un mal proyecto, no cabe
duda, pero es el silencio sobre el mismo lo que mas preocupa. No hay suficiente
información a dirigentes y trabajadores, que les permitan constatar que les
están pasando gato por liebre. El furor de las vacaciones provocará que muchos
ni se enteren de cómo se están violando nuevamente sus derechos.
La descalificación patronal del citado
cuerpo legal por una parte, y la sobre valorización que del mismo hacen el
sindicalismo oficialista y representantes de la coalición de gobierno por la
otra, dejan ver claramente el destino final del engendro. Se aprobará otra mala
reforma, que ha sido posible de instalar debido a las actuales condiciones en
que se encuentra la organización de los trabajadores.
Y es justamente este el punto en el que
debemos centrarnos.
No es suficiente el discurso diciendo
NO a las propuestas del gobierno. Lo hicimos en 1990, en 2001 y la maquina la
han pasado igual sin mucho drama.
Y es que no basta mostrarle los dientes
a los poderosos y rechazar lo que proponen. No es suficiente que vean nuestros
puños cerrados. Se trata de que contemos con la capacidad orgánica para
movilizarnos con rapidez y fuerza, de que tengamos la decisión de dar el combo
en el hocico si es que nos provocan en exceso. Y, aunque nos duela reconocerlo,
no estamos en condiciones de actuar y reaccionar prestamente.
¿Cuantos son los trabajadores
organizados en Chile y cuantos los que podrán negociar colectivamente? Una
minoría, que siendo generosos podría acercarse al 10% del total de los que
venden su fuerza de trabajo. Y esa minoría no las tiene completamente claras, como
que debe recurrir a apoyos externos para sacar adelante sus procesos de
negociación e incluso para denunciar abusos de la patronal. Porque?.
Muchas son las razones. Carecer de
conciencia de clase, no tener claro cual es el adversario, haber comprado el cuento
de que el dialogo da frutos y que todo se arregla instalando mesas.
Que quede claro. No recibirán mucho los
trabajadores si no se asumen como lo que son hoy. Explotados por un modelo que
les necesita dispersos, ignorantes, desorganizados.
Es desde aquí que debemos iniciar la
construcción. La obligación la tenemos todos aquellos que nos mantenemos de
pie, dignos y orgullosos pese a los golpes del sistema.
Tenemos el deber de rechazar las
reformas por que son malas, pésimas, pero también estamos conminados a entregar
una opinión de por donde debiera ir la discusión de las mismas, para que nadie
mañana nos acuse que solo criticamos sin proponer.
Las reformas fueron acordadas por el
gobierno, el sindicalismo oficialista y la CPC y como tal se
transformarán en nueva ley. Eso debemos denunciarlo a los cuatro vientos y
desde ahí incentivar la rebelión.
La gran tarea es ponerse a trabajar de
una vez en una propuesta capaz de ser asumida y defendida por los
millones de no organizados.
Necesitamos que se instalen en la
relación capital trabajo algunas cuestiones mínimas, que no serán concedías por
el sistema sino que deberemos de arrebatárselas.
Requerimos de un gran trabajo en la
calle para concientizar, instalarnos a la salida de los lugares de trabajo a
entregar material educativo, explicar a los desesperanzados como se pueden
defender ciertos derechos, como se debe enfrentar al sistema.
Hagamos el esfuerzo por generar
organización, por desarrollar la unidad, por derrotar las desconfianzas.
Entender que toda acción es importante por mínima que sea, es el mejor homenaje
que podemos hacer a quienes constituyeron la Central Única de Trabajadores un 12 de Febrero de 1953.
MANUEL AHUMADA
LILLO
Presidente C.G.T
CHILE
No hay comentarios:
Publicar un comentario