Los vecinos de la vereda 8 del sector 3 de Las Casitas, en Barcelona, jamás se imaginaron que este sábado en la noche se revelaría una oscura historia de horror, en la que un pequeño de apenas 3 años resultó ser la víctima fatal.
Y es que la madre del niño -cuyo nombre no puede ser indicado para resguardar la identidad del menor como lo establece la ley- salió despavorida de su casa a eso de las 6: 00 p.m en busca de auxilio, alegando entre gritos que su hijo estaba sufriendo convulsiones.
Entre el alboroto, los residentes de la comunidad barcelonesa salieron para ayudar a la dama, quien al cabo de unos minutos cambió su versión y anunció el fallecimiento de su vástago sin ofrecer mayores detalles.
De inmediato llegó una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) subdelegación Barcelona para llevarse el cuerpecito, y durante la inspección de rigor encontraron severos signos de tortura en el cadáver del infante.
“El niño tenía una gran quemadura de plancha de ropa en una parte del cuello, además de otras similares en todo el cuerpo pero por colillas de cigarrillos. Asimismo, tenía un grave y notable cuadro de desnutrición”, aseguró una fuente policial que no ofreció su nombre.
Tras ser anunciada la noticia y características de la muerte del pequeño, la comunidad aparentemente intentó linchar a la progenitora de la víctima, quien fue resguardada por los uniformados y privada de libertad. Trascendió que la supuesta victimaria vivía junto a otro sujeto, quien tampoco puede ser identificado, y que era el compañero sentimental de la mujer, mas no el padre del niño asesinado.
A la morgue del Razetti de Barcelona se acercó Júnior Villafranco, quien aseguró ser el padre biológico del bebé de tres años cuya madre y padrastro presuntamente le quitaron la vida este sábado.
El hombre, visiblemente afectado, dijo que el pasado 12 de octubre su exmujer “también asesinó” al segundo de sus dos hijos en conjunto cuando tenía 9 meses de nacido.
“Ella dijo que se le había caído de la cama y no le creímos, y ahora pasó esto y ambos crímenes tienen similitud”, expresó Villafranco.
Enfatizó que desde entonces estaba haciendo las diligencias para quitarle la patria potestad del pequeño que estaba vivo, pero que tanta burocracia retrasó el proceso.
Contó que él es soldador y vive en la población de Querecual -zona rural de Barcelona- y que cuando terminó la relación con su exesposa no fue de manera violenta. Villafranco manifestó que deja el destino de la madre de sus dos hijos en las manos de la “justicia divina y la justicia terrenal”.
Cabos sueltos
La mujer que supuestamente mató a su hijo en el sector Las Casitas de Barcelona no fue descrita como una persona agresiva por su exesposo, Júnior Villafranco. El padre del pequeño asesinado comentó que supo que la actual pareja de la madre de sus dos hijos muertos una vez le mandó un mensaje de texto diciéndole que “él la quería a ella pero no a sus hijos”. Trascendió que la supuesta homicida de su propio hijo estaría esperando otro bebé y que tiene entre 5 y 7 meses de embarazo.
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